Octavo mensaje del Yoga

Las enseñanazas ancestrales de oriente nos indican que al cultivar las virtudes trascendentales volvemos a la sabiduria pura con la que nacimos y de donde vinimos. Una de esas virtudes es el respeto por la disciplina.

En el Yoga la disciplina se integra a través de una práctica regular y consciente. No se trata de forzar procesos, ni que se vuelva una carga. Todo depende de la motivación que nos lleva a escoger la vía del Yoga para favorecer el rencuentro con esa sabiduria pura. Respetar la disciplina implica reconocer esa esencia que nos creo y nos hizo crecer en el vientre de nuestra madre. Es honrar toda esa energía de la que fuimos hechos y con devoción cuidarla. Si me cuesta saludar al sol todos los días, me está costando saludar esa energía que hay en mi. Si me cuesta aplicar el pranayama, me está costando querer darle más oxigeno a mi vida. Si me cuesta simplemente levantarme, me está costando entender que vine al mundo a compartir lo mejor de mismo con los otros. "Guardate las excusas" decía un antiguo maestro y respeta tu práctica consciente de vida.