Onceavo mensaje del Yoga

La generosidad es otra de las virtudes trascendentales de oriente. Una de las más grandes y bellas manifestaciones de actos generosos son los que nos brinda la madre tierra todos los días. Sólo mira cuántas semillas da un Maiz de un solo granito sembrado por ejemplo...pero claro, no lo hace sólo, necesitó de otras energías confluyendo para que el milagro se produzca. El sol, las manos cuidadosas, los nutrientes apropiados, todo un conjunto de esfuerzos amorosos... Cultivar la generosidad pasa por ese vínculo compartido que nos enriquece el espíritu, fruto de una motivación sincera de servir al otro sin condiciones ni esperando nada a cambio. De lo contrario estamos alimentando a un ego que no sabe cómo saciarse. Cuando hacemos la postura del árbol (Vrikshasana) la generosidad es una intención que se evoca porque estamos permitiendonos ser ese árbol que ofrece sombra, frutos, colores y sabores y además una energía maravillosa de acogida y protección. Despliega tus brazos mientras haces la postura visualizando que entre tus manos riegas semillas de lo mejor que eres al mundo. Y luego si te gusta la idea, hazlo con cada gesto!