Décimo tercero mensaje del Yoga

Las virtudes trascendentales de oriente, algunas mencionadas anteriormente, evocan el sentido del Dharma.

Dharma puede interpretarse de varias maneras, traducido del sanscrito significa “aquello que sostiene o mantiene unido.” Muchos entienden el Dharma como una ley que hay que seguir para llegar a la iluminación. En realidad se trata del camino del que venimos y que nos lleva a hacer de esta experiencia humana una fuente de inspiración para venir a ofrecer ese don con el que nacimos y el cual esta concebido para brindar bienestar a los demás.

El Dharma entonces es lo que es correcto que yo haga manteniendo la claridad, la calma y la consciencia justas. Es el llamado del universo , de mi ser profundo, de mi alma presente. Es la voz del corazón que es bueno, sincero y generoso.

Cuando mis pensamientos, mis palabras y mis acciones son fieles a ese corazón, el Dharma se manifiesta, la coherencia y la precisión en todo lo que hago se vuelven permanentes y la transmisión de la experiencia dharmica se hace espontanea. Me vuelvo el vehículo, el instrumento del saber puro que habla amorosamente.

No necesito dar lecciones…el otro día mi compañero me dijo, luego de que yo lavara todos los platos,, “debiste haberme dejado algo y no lavar todo” y yo le respondí, : “te dejé el ejemplo”… y esa respuesta bastó para que no volviera a dejar por horas los platos sin lavar…

Seamos esa enseñanza en vida, seamos esa claridad y precisión en las acciones, que el Dharma se exprese con nuestro ejemplo, que el corazón tenga el espacio para guiarnos por el camino de hacernos bien.

El Dharma es la energía universal de la naturaleza, energía que se encuentra en cada individuo lo mismo que en todo el universo y que esta en constante movimiento, brota como los pétalos de las flores, como cuando vibramos por una emoción, es la vida misma siendo; es por eso que siempre estamos aprendiendo de lo vivido…